Hace unos meses, fui a un taller impartido por una pedazo de artista, Isabel de La caja de Pinturas. En el taller nos enseñó a trabajar la imitación de óxidos y madera, para hacer nuestros propios "recortes" de puertas, herrajes,...típicos en el Pirineo Aragonés.
Yo elegí una puerta de duende, todo tiene una explicación.
Mi hijo de 5 años está ansioso por la llegada del Ratoncito Pérez. Para calmar su ansía, le expliqué que, a través de esta puerta, el día que se le caíga un diente, el ratoncito vendrá a nuestra casita. La puerta está colocada en una pared contigua a su habitación, para que no tenga pérdida.
La ilusión aún es mayor, que ha contagiado a su hermana pequeña. Bendita inocencia que no tiene límites, incluso en una puerta con gatera.
madre mía!! El día que se abra esa puerta.... va a ser una fiesta!! :)
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